"Las personas muy altas, aparte del horroroso inconveniente de andar siempre muy lejos de ellas mismas, notándose que caminan a grandes pasos para alcanzarse -yo no podría acostumbrarme a un destino tan travieso- llevan por esto, de continuo, las lastimaduras en la cabeza que todos hemos observado. Debe elegirse a tiempo la estatura "apenas alta"; es mi clasificación; tengo un modelo en casa. No estoy resentido con los altos: no he querido ese formato."
"He fracasado como escritor -quisiera acordarme de algo en que no haya fracasado para mostrar que hay variedad en mis andanzas. Me parece que para conversar desde la esquina con un vigilante que tiene frío, a las dos de la mañana, farol mas o menos y un tranvía quejándose al doblar la calle, me he señalado. Mi conversación cuando llega hasta el centro de la calzada, donde nacen y se quedan estos funcionarios, tiene, según me lo he oído decir a mi mismo, el atractivo de la oportunidad: era lo que mas necesitaba un vigilante y lo único de que se le proveía sin considerar gastos. Fuera de esto, con los sacudones de la vida se me han caído de la memoria algunos otros éxitos recordables. "
Macedonio Fernández, "Una novela que comienza"1920.
viernes, 16 de noviembre de 2007
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