Necesidades.
Necesarias e irremediables.
Entonces qué. Búsquedas. Henos aquí.
Allá bieeeen lejos…… Pequeños destellos de…algo.
Luces lejanas necesarias. Como espejitos de colores. O como hechizos.
Así de simple. Asi de necesario.
Solas y oscuras, se juntan. Más fuertes parecen. Qué qué? No importa, algo se excita.
Una oscuridad visceral que duele pero provoca. Nos define y atosiga.
Nos gusta.
Tan oscuras… Cegadas por la luz… pero no, es más que una pobre lamparita colgada del techo. Solo que a veces se la mira demasiado.
Triste imagen si las hay .No tenk iu no tenk iu no tenk iu.
Queremos fuego. Que caliente. Y tiña todo de colores diferentes, de formas pendientes del aire, de ramas, de barro, del viento, de todo. Todo influye y queremos usarlo todo. De esa angustiosa impotencia, que algunos ingenuos coloridos disfrazan de utopía, nace este aquellarre.
Entonces como no hay aquelarre sin brujas, y no hay brujas sin encanto, invoco de esta manera, el poderío que nos otorga nuestra condición:
“…Seremos todo lo brujas que queramos ser,
brujas medievales, brujas urbanas, dolidas y dolorosas, que cautivan y dan miedo.
Son oscuras y el misterio que subyuga las llena de encandilante fulgor.
Que enardezca cada parte que dejemos, que queramos, que podamos.
Somos dueñas de la luna y de la noche. Porque a veces las noches nos embellecen, y otras nos devuelven a la luz narigonas y con verrugas, y no hay escoba que nos quiera llevar a casa.
No importa. Es sólo cuestión de pararse y de alguna forma regresar, pensando, con una sonrisa de costado, que sólo es cuestión de esperar… al próximo aquelarre"
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