NO, NO ME ARREPIENTO DE NADA...
.... Y un día apareció, un gorrión, chiquito e indefenso, que sacaba la fuerza de algún lado, tan profundo que se transforma en grito, y tan hermoso, que se transforma en canto, y eriza.
Y eleva. Sintió ese día el viento en la cara.
Y la convirtió en pájaro, y pudo volar.
Y apareció, convertida en ese momento que todo lo hace memorable, como una impronta indeleble, como una de esas fotos de las que están hechas nuestras vidas.
Y apareció, como a los 5 años, mientras escuchaba una y otra vez ese disco de pasta que no le aburría jamás, y la transportaba, niña grande, a un París imaginado, tan real como cuando, ya más grande niña, lo vió. Apareció entonces en una de las fotos más nítidas de su infancia.
Y otra vez apareció, el gorrión, en el momento justo.
Cuando algo empezaba a secarse demasiado. Una nueva foto apareció, más que necesaria.
Gracias de nuevo. Gracias Piaf, por dejarme llorar.
1 comentario:
no hay mejor somnífero que el llanto...
dormí en paz querida bruja...
que la vida también es lo que hacemos cuando hacemos de nuestro culo un pito...
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